domingo, 15 de mayo de 2011

difariando a la orilla del canal

cagao del pingo
fallao del mate
rallando la papa
pelando cable
con la teja corría
y el tornillo zafao
así fue que nací yó
gritando como condenao
entre paredes apercantás
y bajo un techo negro ahumao
en veces andé a pata pelá
y otras con zapatos cambiaos
así me voy ahora
embarcao en el camastro
habiendo cumplío pena
de estar solo y amaganto
trapicándome con mis babas
y esperando el terno 'e palo
pa qué tanto digo yó
echenme en cueros nomá
pa qué andar aparentando
si en mi vida fui acaudalao
si la fiesta se acabó
pa qué ponerse corbata
si la ruda se marchitó
pa qué regarle las patas
los cabros se ríen
paré que estoy difariando
nunca me creyeron
pa qué ilusionarme tanto
pucha que demora el bote
no hallo la hora 'e llegar
allá donde está mi vieja
al otro lao del canal
pícala poh Balsero
no tengo todo el día
así te agenciai unas chauchas
pa comprarte una sopaipa
y estos cabros se largan
a seguir con sus propios dramas
puta que están guailones
no hay felicidá más grande
que ver a tus hijos crecíos
medrando mejor que los padres
chaucha llegó el Balsero
anda la cresta
ah conchesumá
ay Diosito
ay

viernes, 8 de abril de 2011

El Carneamarga

el Carneamarga es mocha
pelea
contusión y vitricidio
con palos
con fierros
a mano pelada

el Carneamarga es choreza
se hace respetar a punta de piñazo y uppercut
y no agacha el moño ante nadie

el Carneamarga es dureza
lo dice su apodo
se siente en la piel como latigazo de ortiga
respira azufre
suda hiel

el Carneamarga es mito
vive en el decir de los viejos
y su efigie no se somete a la escritura petrificante
su espacio performativo es la ruta
y en ella se encuentra su único cauce

¿se acuerdan cuando en Arauco se puso a alegar 
con un chofer de la Seis?
el otro se bajó con un palo 
y, ¿sabís lo que hizo este cabro? 
sacó así un garrote
más grande que el del otro
y le quebró todo el vidrio de la puerta

pero es que aquí muchos somos de pobla
entonces cuando el otro se para
uno se para más po'
porque hay que pararse
es la ley de la calle 
de la población
¿entiendes? 

desde la cocina la Yessica menea la cabeza
desaprueba que ensalcen la violencia
pero no todo aquí se celebra
cuando los choferes de la misma línea se agarran
todos reprochan el gesto
además la inspectora te sapea
y la empresa te suspende
te largan días sin volante
sin cortar boleta

sin embargo, todos somos Carneamarga
o queremos serlo
ser choreza
ser mito
existir en una trascendencia efímera
en la memoria de unos cuantos
a punto de desaparecer
y mantenerse al filo de la fantasía y el olvido

afuera el día se cansa de estar nublado
y amenaza con cerrar los párpados

la comida convoca tanto como las buenas historias
y entre el café, las sopapillas y el cuenteo a granel
la tele de la sala ha quedado sola y callada
y hasta la salamandra hace silencio

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adaptación de una nota de campo, invierno de 2009 

domingo, 7 de noviembre de 2010

miércoles, 27 de octubre de 2010

me gusta ponerme emo

a veces me gusta ponerme emo
ponerme melancólico por deporte
sentirme como la callampa como pasatiempo

me inyecto la tristeza en las venas
doy repaso a mis defectos y a mis proyectos malogrados
me echo la culpa de todo
me acerco al acantilado y me siento un microbio
fútil, miserable

hasta que comienzan los síntomas
los signos de la pena autoinducida
se siente la opresión en el pecho y en la garganta
los ojos se hacen agüita y los pelos de mi brazo se comienzan a levantar
como esas palmeras azotadas por un huracán

hay días en que funciona más esto de ponerse emo
mis favoritos son los domingos
uno puede salir a caminar para sentirse más desolado
puesto que no anda nadie en la calle y los negocios están cerrados

también funciona ir a la plaza a ver a la gente feliz
pero para eso hay que tomar la micro porque a pie igual es su pique
mejor ponerse emo echado en la cama
es más cómodo y barato

lunes, 25 de octubre de 2010

Somos los que no somos

Uno puede definir a una persona por su aspecto, su nombre, qué hace, qué come, dónde vive. Sexo, edad, ocupación. Gustos, intereses. El perfil de una persona lo podemos hacer caber en media plana. Otros más "trascendentes" necesitan uno o varios tomos, con tapa dura y en papel couché.

Sin embargo, también se puede definir a una persona por todo aquéllo que no es, y esto sería quizá una definición más sincera. La misma palabra definir nos remite a los fines, las barreras y lindes arbitrarios que uno o lo demás coloca a nuestro ser. Una piel impermeable que nos mata suavemente, como dice una canción.

En un mundo abierto, lleno de posibilidades, uno acaba siendo bastante limitado. Uno piensa, hace, come y dice casi lo mismo todos los días. Uno se junta más o menos con la misma gente a hablar lo de siempre, ejecutando las mismas contorsiones vocales, caminando por la vereda o sentado en un mueble de cuatro patas.

Las posibilidades se domestican a fuerza de machacar la sensibilidad propia, en favor de un acostumbramiento de todos con(tra) todos, cada cual en su posición dentro del mapa sociológico. El ser potencial deviene carne ritualizada. ¿Para qué? No lo sé, pero todos lo hacen, así que debe haber un fin mayor, o en su defecto algún mal menor. En última instancia, uno lo hace para no sentirse solo.

Finalmente, la costumbre, que no es otra cosa que la represión disfrazada de cultura o tradición, nos seduce y nos atrapa. El golpe del martillo es música, una letanía que nos mueve las patas sin que siquiera nos demos cuenta. Y nos gusta. Deseamos la costumbre porque nos da vértigo echar un vistazo a las infifnitas posibilidades que siempre están pero que pocas veces vemos. Y cuando uno las ve, se hace el gil.

Por supuesto, esta manera de ver las cosas la planteo desde mi experiencia de haber sido yo (y sobre todo, no haber sido otros) durante todo este tiempo. La extrapolación a sus propias circunstancias corre por cuenta propia.