I
habia una vez
un reino lejano
un castillo de oro
coral y marfil
una inmensa torre
apuntaba al cielo
alli dormian juntos
la reina y su rey
su preciosa hija
la noble princesa
corria en los prados
como un colibrí
y el principe joven
de gallarda altura
cazaba en los bosques
al gran jabalí
todo era feliz
en este su reino
el cálido viento
soplaba en su sien
mas siempre esta el dia
que ni un rey espera
pues las nubes negras
caerian sobre él
II
mucho antes que el sol
raje el horizonte
una caravana
se siente venir
un rey extranjero
con toda su corte
y al diestro costado
un moro visir
el rey en pantuflas
sale a la terraza
'¿que vientos extraños
os viene a traer?'
'no temais, os ruego,
es una visita
al rey de este estado,
viaje de placer'
'yo soy el que buscas
pasad, pues, amigo
entrad al castillo
que aún no sale el sol'
y entran los dos reyes
con pompa y fanfarrias
mientras el obispo
da su bendición
III
el rey generoso
ofrece un banquete
en honor del huesped
moreno y gentil
sin saber que pronto
se lamentaria
de abrirle la puerta
a la suerte gris
muestra sus riquezas
al rey extranjero
pero a otra diana
apunta el mirar
ha visto a la reina
y nada más basta
pa que prenda fuego
a su palpitar
pero aunque cautivo
de la bella dama
la cautela prima
frente al corazon
y al dia siguiente
parte él y su corte
se vuelve a su tierra
de donde salió.
IIII
el rey satisfecho
con su nuevo aliado
se frota las manos
¡ingenua fruición!
mas la reina queda
con los crespos hechos
el gentil moreno
ni se despidió
el correo llega
y nada recibe
pero un dia arriba
una rosa azul
lee la tarjeta
'pa mi bella dama' (dice)
en tinta jaspeada
del noble Istambul
el rey suspicaz
rebusca en su ropa
y encuentra el presente
que el otro mandó
y su alma se llena
de un agrio mejunje:
traicion, agonía
dolor y rencor
V
al caer la tarde
el rey despechado
reune a sus hombres
en un callejón
uno bien oscuro
pa que nadie note
lo que se le viene
al vil traidor
ya era todo listo
para que mañana
el rey y sus tropas
fuesen a guerrear
y así mismo lo hizo
pues ni las estrellas
ni el gallo cantor
los vieron marchar
la reina que entonces
dormía entre sedas
ni se sospechaba
lo que iba a pasar
pero al despertar
vio el lecho vacío
y en su blanco pecho
sintió un puñal
VI
seis dias de marcha
casi una semana
tomó a los soldados
llegar al portal
del moreno rey
que en su albo castillo
sintió unas pisadas
más fuertes que el mar
'¿quién toca a mi puerta?'
gritó desplacido
'soy yo, dijo el otro,
¿que no oyes mi voz?'
'quien te cobijó
con gran atención
mas que como el Cristo
tu traición sufrió'
siguieron hablando
los dos soberanos
o, más bien, rugiendo
tal era el rencor
ni uno sospechaba
que esa misma noche
con su hija pequeña
la reina escapó
VII
entre los dos reyes
la espuma subía
hasta que la guerra
se desenfundó
silbaron las flechas
chocaron los sables
tronaron los cascos
la tierra tembló
el reino lejano
quedó sin cabeza
y el pueblo del rey
perdió la razón
hasta que unos viejos
antiguos juglares
cantaron al pueblo:
'el rey se chifló'
'su mente perdida
nos llevó a la guerra
y a nuestros niños
también arrastró'
y dicho todo esto
se privó la gente
y al mismo momento
montó en rebelión
VIII
el campo lloraba
rojeaba de sangre
cuando la noticia
del reino llegó
a avisar que el pueblo
al verse sin cauce
estallaba en caos
y en un gran pavor
'¿quienes lo instigaron?'
gruñó el soberano
'fueron los juglares'
sopló un mariscal
y con ojos turbios
al príncipe dijo
'exiliad a aquellos
payasos del mal'
partió el muchacho
a cumplir la orden,
llamó a los juglares
y les gritó así:
'¡cómo es que se atreven
a urdir sus mentiras
que rompen el orden!
¡largaos de aquí!'
VIIII
los pobres juglares
pescaron sus pilchas
y partieron rumbo
hacia otro lugar
y en una semana
sin pensarlo mucho
donde el rey moreno
fueron a parar
en tanto que al pueblo
del rey en batalla
la pena y la rabia
sus almas ahogó
y al dia siguiente
se cobró venganza
del príncipe estricto
la sangre corrió
su cabeza guacha
saludó a la luna
desde la alta torre
de la catedral
como un trofeo
de un ciervo maduro
un recordatorio
del triste final
X
la dura batalla
ha dejado a cientos
de almas calladas
y un rojo mantel
sables contra lanzas
chocan y rechinan
parece un infierno
sin atardecer
pero la balanza
del destino ciego
se inclinó hacia aquél
que a su hijo perdió
ya que el rey moreno
al ver tanta muerte
escuchó a los sabios
y capituló
esa misma noche
un trapito 'e tregua
llegó hasta las manos
del rey invasor
el rey canta y baila
lleno de alegría
por haber vencido
al vil traidor
XI
el rey y sus hombres
los pocos que quedan
marchan a su tierra
a paso triunfal
añorando a quienes
habían dejado
sin decir ni chao
seis meses atrás
al romper el alba
el porton se abre
y todos esperan
la feliz reunión
padres con sus hijos
hijos con sus madres
todos abrazados
al calor del sol
pero queda un hombre
que llora perdido
como un lobo triste
solo en un rincón
nadie lo recibe
pues su hijo ha muerto
a manos del pueblo
que en él se ensañó
XII
el reino ha quedado
roto y mutilado
por una refriega
que nadie buscó
muchos viejos quedan
son pocos los niños
a los más de ellos
la guerra segó
la gente despierta
y a punta 'e rechifla
al rey expulsó
a otro lugar
como hiciere él mismo
con unos juglares
que mandó con su hijo
lejos exiliar
el rey acordóse
de su decisión
y cayó en la cuenta
que había hecho mal
y antes de la noche
empacó sus cosas
y pa otros pagos
se mandó cambiar
XIIII
andó como perro
mil tristes semanas
en pleno desierto
buscando el perdón
a toda garganta
lloraba to' el día
y oraba en la noche
a taitita Dios
'¿que he hecho, Dios mío?
¿por qué has traído
tanta pena y muerte
a tu servidor?'
caprichoso el tiempo
con el pobre viejo
sus siguientes años
los hizo carbón
ya hecho un mendigo
de oscura mirada
un día cualquiera
a un pueblo llegó
y pa más remate
llegaron a oídos
suyos, unas coplas
que un juglar cantó
XV
aquellas poesías
que cantó el payaso
eran aventuras
de un moreno rey
que había peleado
a brazo partido
por el corazón
de una mujer
y aunque hubo perdido
miles de soldados
el amor de ella
del mal lo salvó
pues su nueva reina
le daría un hijo
que para su reino
mil tierras ganó
mas de su enemigo
ya nada se supo
porque aunque venció
todo lo perdió
se volcó al desierto
más solo que un dedo
sin hijos, sin reina
y sin tierras quedó
XVI
luego de su acto
pasó el payaso
pidiendo monedas
con su gorro alón
y ahi fue que el viejo
al pasarle en frente
de un tiempo lejano
lo reconoció
era uno de esos
juglares del reino
que había desterrado
con un sacudón
el viejo ofuscado
por aquel encuentro
bajando la vista
de él se fondeó
partió hecho una flecha
hasta que la noche
le cayó encima
con su helado tul
del antaño rey
no queda ni un pelo
del cuello lo arrastra
la decrepitud
XVII
la historia del viejo
se pierde en el viento
ya que ni la luna
a verlo volvió
de él ya no se supo
más que unos rumores
cada cual mas raro
que el anterior
los más maliciosos
dicen de que el viejo
chalado hasta el techo
al yermo volvió
y que desde entonces
en noches de luna
en pelotas corre
borracho de ron
asi como aquél
son muchos los cuentos
que hablan las comadres
sin nada que hacer
yo sólo trasmito
lo que escucho al vuelo
si es verdá o mentira
vea y juzgue usted
XVIII
lo cierto del caso
es que entre las garras
de una cruel locura
apresado fue
pese a sus hazañas
y a sus mil riquezas
fue traicionado
por su insensatez
bien dentro en el fondo
de su pobre alma
padeció el viejo
su peor decepción
de ser olvidado
borrado del libro
de los grandes hombres
de clase y honor
hasta aquí les canto
esta triste historia
como no soy cura
no dicto sermón
y la moraleja
quedará pendiente
ya que por hoy día
se cierra el telón.
∽ FIN (por fin) ~
2 comentarios:
woooow, qué entretenido! me imaginé recitándolo frente a un público muy distinguido, y al final todos se revolvían incómodos en sus asientos
¿Cuàl será la moraleja?
eso no lo sé
quizás sépalo alguien
en este reyno de la internét
:C
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