Para quienes procuran/procuramos decir (o escribir) algo "importante", el lenguaje y la gramática que impone a la realidad es una jaula que traiciona sus intenciones. En cambio, un tropiezo de la lengua, un lapsus o una confusión disléxica pueden (y suelen) abrir nuevos espacios de realidad, campos espontáneos y efímeros de libertad.
Lenguajear*, jugar y huevear.
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* Lenguajear es un verbo acuñado al parecer por Humberto Maturana, refiriéndose a no sé qué chucha, pero creo haberlo oído primero del poeta Sergio Mansilla.
2 comentarios:
creo que algo así me acaba de pasar
igual además de abrir espacios cosmicos, puede ser chistoso que aveces es mas mejor
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