lunes, 3 de octubre de 2011

la liebre y la zorra

corre la liebre por los pasillos selvados
a mil por hora
despreocupada
libre de penas
como un chucao con diez mil alas
o el primer beso del adolescente
fumando el tiempo
tras el muro abandonado

de pronto: la zorra
la liebre no se lo esperaba
pero sus patas reaccionan de inmediato
y parte como una flecha
vuela entre los arbustos

se enciende el sotobosque
el zigzag de la muerte
el ojo aprovecha las fisuras de la hierba tupida
desgarrando el universo en ángulos prodigiosos
ni que fueran culebras

son como ochomilquinientasdoce horas
de pura correría
contadas en mi certero reloj
con mecanismo basado en el tambor yugular

pero no hay justicia, señor
ni mucho menos injusticia, señorita
y he aquí que pasa lo que habría de pasar:
se encoge la distancia entre las bestias
y la liebre alcanza a la zorra

de un manotazo le hiere la esperanza
con un mordisco le remata la vida
no la salva ni la luna
ni el guachi de alambre
ni el perdigón del cazador
la muerte se descubre la cara
como el verdugo ante su esposa

así nomás es la historia
o fábula, cuento, chisme, tragedia
la liebre caza a la zorra
como pasó un par de veces en el monte
ayer y anteayer
y los ayeres del anteayer

no sé si mañana esto seguirá pasando
de no, no quisiera ser la liebre
pero de sí, seguirá doliendo el destino de la zorra

1 comentario:

fabiancocq dijo...

no sé si lo entendí, pero creo que sí, ayer me cocí, hoy lo leí.
pero creo que se entiende, ojalá pase, y luego pasará que alguien le hará eso a la liebre quizás, nunca se sabe, aveces nunca se entiende :P