Película: The Martian (2015)

Esta película se llama Misión rescate, y la boca te queda donde mismo.

La cosa va así: una misión tripulada a Marte falla cuando los sorprende una tormenta y deben realizar un despegue de emergencia, dejando atrás a uno de los integrantes, Mark Watney, presumiblemente muerto. Sin embargo, al día siguiente se levanta de entre la arena cual Lázaro y se enfrenta al hecho de que es el único hombre del planeta rojo. Siendo botánico (no contaban su astucia), se dedica a cultivar su propia comida aplicando trucos macgyverescos al estéril suelo marciano, mientras espera el rescate que se planea desde la Tierra entre dificultades técnicas y burocráticas.

Fui a ver esta peli al cine con mi mami, llevando expectativas muy distintas a lo que resultó en realidad. El título prometía mucho, al menos el original "El marciano", pero creo que éste es uno de los raros casos en que a la película le viene mejor el desabrido título puesto por la distribuidora: "Misión rescate".

(puede haber spoiler)

La premisa es apetitosa, pero me dio la impresión de que quisieron irse a la segura y, en vez de jugársela por una mirada más reflexiva y valiente sobre el vasto paño que cortar, jugaron la carta de la fórmula. O también puede ser que por ahí les quedó grande, que a lo mejor se diluye en el intento por abarcarlo todo: la supervivencia y la soledad (onda Náufrago), la camaradería, los medios masivos de comunicación, la indolencia burocrática. Y al intentar plasmar todo ello, también quedó un pastiche inorgánico de registros (acción, humor, ciencia ficción, suspenso político y hasta una pincelada irrelevante de romance) inclnuyendo personajes estereotípicos como el científico loco (el cabro astrónomo que aparece de la nada para salvar el día) y el mando medio díscolo.

El humor no tiene por qué ser tabú, pero creo que en este caso se come la película. Es chistoso, demás, si uno no es de palo, pero le resta efecto a un dramatismo que podría contribuir a sentir empatía por este compadre que está nada menos que totalmente botella en un planeta inhóspito, sobre todo porque es ese humor de winner gringo, encarnado por el "marciano" protagonista en la interpretación de Matt Damon. Otra vertiente de humor, esta vez un poco más choro, son las referencias a la cultura pop, como David Bowie, el repertorio disco de la capitana Lewis (interpretada por la bacana Jessica Chastain) y el divertido guiño al Señor de los Anillos en la cara de Sean Bean.

Por último, encontré que la película tenía metraje de sobra, y por partida doble. Tras soltar el nudo del rescate, agrega una escena donde da clases a aspirantes de astronautas y, cargante como mono porfiado, le meten otra más que intenta cerrar con una mirada de esperanza en el futuro aeroespacial gringo, pero que parece tambien una forma de no quedar debiendo el saber qué pasa con los demás personajes. Deuda falsa: no pasa nada. Al no atreverse a dar el paso interpretativo, la película debía haber terminado hace rato.

Dos puntos más de vieja peladora: esperaba más de la fotografía de Marte (en parte por eso fui al cine) o al menos apuntalarla con la música; y los cortes pencas del doble desnutrido de Matt Damon.

Ya, ya, si igual estaba entrete y ocurren muchas cosas, pero mejor hubiera ido a ver Everest, que por los comentarios de mi hermana, parece que estaba mejor para ver en pantalla grande.