domingo, 6 de julio de 2014

Hoy decidí sorprenderme con algo de música que no había escuchado para acompañar mi lavado de loza. Puse Depeche Mode y encontré que era relajante y oscura pero ondera al mismo tiempo. ¿Muy mutante? Ni tanto, yo creo. Está bien piola. Después pensé en lo que me había perdido en cuanto a música. Después pensé que, de haber estado en un liceo municipal y no en un colegio de curas, hubiera escuchado más cosas, tendría mejor oído más allá del típico Metallica, Chancho en Piedra y Red Hot Chili Peppers. Pero después pensé que probablemente no me hubiese ido tan bien en la PSU y estaría quizá haciendo otra cosa. Después pensé que la vida puede ser cruel, pero no porque nos pasen cosas malas, sino porque ofrece las cosas buenas junto con las malas o las más o menos. Después pensé que quizá lo que acontece en el mundo no es bueno ni malo, ni tampoco más o menos. Después pensé: ¡puta el güeón indeciso! Después se acabó la loza que lavar, me sequé las manos y terminé de escuchar el álbum acostado.

Creo que voy a seguir escuchando Depeche Mode.

2 comentarios:

fabiancocq dijo...

lo pondré en mi lista de reproducción de lavar loza.

chamico dijo...

Buen disco pusiste. A veces me paso rollos similares, que en el fondo son un achaque del tipo ¿por qué no (hice, escuché, leí, etc.) esto antes?

Al final da lo mismo, total la loza se va a terminar lavando igual, al ritmo de cada uno.